La Biblioteca Haskell


 

Pintada sobre el suelo de madera de la Biblioteca Haskell puede verse una raya de color negro que atraviesa la estancia de punta a punta, dependiendo de qué lado de la misma se ubique el lector, estará en Canadá o en Estados Unidos. En la fachada norte se encuentra Stanstead (Quebec) y en la sur, Derby Line (Vermont).

El Río Tomifobia también traza la línea divisoria entre los dos países, al igual que una hilera formada con macetas, y existen tres aduanas y calles compartidas entre dos poblaciones, que cuentan con unos 4.000 habitantes. La línea de demarcación atraviesa casas y jardines.

Hilera de macetas trazando la frontera (blog.biblioteca.unizar.es)

Cruzarla obliga a presentare ante las autoridades del país en el que entra con el pasaporte a la vista para no acabar con los huesos en la comisaría. Aunque en los puestos hay guardias apostados y vigilantes, es fácil despistarse en asuntos cotidianos, como cuando cuando el vecino de enfrente solicita desde la ventana de su vivienda que le preste sal o azúcar, por ejemplo.

En las viviendas a caballo entre las dos naciones no es preceptivo solicitar autorización para llevar cualquier bebida alcohólica desde el frigorífico hasta el salón, si se encuentren en naciones distintas.

Ahora no, pero cabe preguntarse qué precauciones adoptarían los canadienses durante la Ley Seca en EEUU para no hacerlo accidentalmente y acabar entre rejas.

Aunque la circulación por el interior de los edificios de doble nacionalidad es libre, si se sale por una puerta ubicada en el país por el que no entró, también debe ser comunicado a las autoridades.


Imagen exterior de la Biblioteca Haskell (bibliotequera.blogspot.com)


Los habitantes de las casas partidas por dos por la raya fronteriza tienen que comprar los electrodomésticos en el país donde se encuentre la habitación en la que vayan a instalarlos para evitar el pago de tasas en la aduana.

En la década de los setenta del siglo XX funcionaba una fábrica de herramientas a caballo entre Canadá y Estados Unidos. Las máquinas expendedoras sólo admitían moneda del país donde se encontrase, un traslado de puesto podía obligar a solicitar un permiso de trabajo en el país vecino, y en cada mitad trabajaban con materiales maquinarias del país de procedencia y para clientes de su nacionalidad. Si no lo hacían, se enfrentaban a una multa por evasión del pago de tasas de importación.

Actualmente, los controles distan mucho de ser rigurosos, pero los vecinos de Stanstead y Derby Line también sufrieron las restricciones impuestas a la raíz del atentado contra al Taorre Gemelas, en el año 2001.

El origen de esta peculiar situación no es otra que la desmedida afición por el alcohol de un topógrafo británico que participó en la medición. A resultas de una borrachera y una errónea percepción de la realidad, el equipo del que formaba parte trazó la frontera cuatrocientos metros más al norte de donde debería haberse situado.

Tal cosa se produjo en 1844, cuando la expansión de EEUU y Canadá hacia el Oeste propició las últimas disputas por este asunto. El Tratado de Oregón, que sirvió para resolverlo, prolonga la línea a lo largo del paralelo 49, con excepción de la isla de Vancouver, que se mantuvo íntegramente bajo jurisdicción canadiense.

Una calle de Stanstead (aboutbriain.com)

No era el primero que rubricaban las autoridades, porque sus antecesores ya lo habían hecho al pie del tratado de París, en 1973, que puso fin a la Guerra de la Independencia de EEUU, cuando Canadá era colonia británica. El Tratad de Jay, en 1794, determinó las competencias sobre los Grandes Lagos y las Montañas Rocosas, mientras que la Convención de Londres, en 1818,  precisó que el paralelo 49 sería el límite septentrional entre ambos.

Y transcurridos varios siglos desde aquellos avatares de la historia, una pareja formada por un americano y una canadiense construyeron una biblioteca, la Biblioteca Haskell. La situaron sobre la raya de manera deliberada y con la finalidad de que sirviese de símbolo de unidad cultural entre dos comunidades con similares niveles de vida y un idioma común, pero no alcanzaron todas las expectativas que se habían macado.

La línea de color negro delimita en el suelo las nacionalidades y define la zona que cubre cada compañía de seguros. La entrada está en EEUU y la salida, en Canadá. ¿Cuál es el problema? Que si se produjese una emergencia, los estadounidenses deberían presentarse ante las autoridades canadienses una vez que pongan los pies en la calle.

La bibliotecaria, en los dos países (El País)

En el verano de 1976, este singular edificio fue escenario de un incidente. Agentes de los dos países rodearon el inmueble, que permaneció cerrado durante tres días, y todo porque tres canadienses habían sido extraditados a Milwaukee (Wisconsin), una ciudad situada a 1.600 kilómetros, acusados de tráfico de drogas.

Pero el testigo de la acusación estaba encarcelado en Canadá, y se negaba a viaja a Estados Unidos porque también tenía algún asuntillo pendiente y temía que lo enchironasen allí después de haber cumplido la condena, y los estadounidenses no querían permitir que los tres acusados retornasen a Canadá, porque en este país no tenían ninguna responsabilidad de la que responder y quedarían libres.

Salón de actos de la biblioteca (fronterablogspot.com)

La salida que encontraron las autoridades judiciales de ambos países fue trasladar al testigo y a los tres acusados a la Biblioteca Haskell: el que estaba prisionero en Canadá declaró desde la zona canadiense del edificio, mientras los otros tres permanecían en el que corresponde a Estados Unidos. Y asunto resuelto.

cicatrices de la tierra
1/05/2022
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